Hablar de vino es referirse muchas veces a sutilezas y a sensibilidades que no todo el mundo tiene o tenemos la capacidad de captar. De todas formas yo estoy enamorado, primeramente de la viña y luego del vino, por la cultura que conlleva. Cultivando una viña es impresionante las de posibilidades que caben, Portainjertos, Variedades, Formas de Conducción, Sistemas de podas, Tratamientos, Envero, Maduración, Vendimia....., y todas ellas dan de si mucha conversación. El tema del vino ya es impresionante lo que da de si. Su Elaboración, la Crianza, y despues su degustación. A la hora de degustar un vino ponemos en acción tres sentidos, la vista, el olfato y por último el gusto. Hoy incorporo otro sentido, el oído, y explico porqué.
He leido, en TresPasitos.com, esta noticia "la música puede influir en el sabor del vino" según una investigación britanico-chilena. Yo creo que los de la viña y el vino a veces rizamos el rizo, será exceso de pasión, o tal vez, repitiendome "hay sutilezas y sensibilidades que no todo el mundo tiene o tenemos la capacidad de captar".
En el artículo asocia el Cabernet Sauvignon a Jimi Hendrix y a The Rolling Stones, el Shirá a Puccini (cantado por Pavaroti)
Espero que para nuestros caldos de Prieto Picudo, de Valdevimbre, alguien analice y nos diga que música es la que mejor le acompaña.
Desde luego hay un ambiente, que por supuesto tiene el añadido de la música, que yo considero ideal para degustar un Prieto Picudo, y es La Cueva del Tunel, en Valdevimbre.
Pepe Matilla
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