El peligro inminente que se preveía en el mes de marzo se hizo realidad. Aunque en los últimos días del mes de marzo ya se veían yemas de Albarín reventadas, y considerabamos como algo insólito, todo el mes de abril ha sido un mes de muy bajas temperaturas nocturnas y por lo tanto la brotación ha terminado por, incluso, retrasarse. El Albarín es la única variedad que reluce y cumple el refrán "por Sta. Cruz la viña reluz", el Prieto Picudo necesita dos o tres días más para relucir, a estas temperaturas de 20 grados diurnos y no menos de 5 nocturnos, que son los que tenemos, y se prevee que continúen durante toda esta semana. El Tempranillo necesita por lo menos 8 días más.
Empezamos el año nada sobraos, no partimos de números en positivo, ni siquiera de cero, partimos de menos 4 ó 5 días.
El Albarín la noche del 16 al 17 de abril sufrió una buena helada que le dañó entre un 35 - 45 por ciento de las yemas. Era el peligro inminente que se preveía y así fue.
Salud, suerte, vino...... y jamón, chorizo y queso; claro.